Lizzo atribuye el éxito de su espectacular pérdida de peso a tres comidas en particular.
De acuerdo con una reciente entrevista con “Women’s Health”, la cantante de “About damn time”, compartió algunas medidas que tomó para mejorar su estado de salud físico y emocional. Primero se dio un descanso de sus redes sociales para evitar someterse a críticas externas.
“Mi validación provenía de fuentes externas: personas que me decían que me amaban, que me veía bien y que me aceptaban. Me ayudó a desarrollar la confianza en mí misma. Pero si solo de eso obtengo mi validación, cuando cambie —y cambiará, porque no siempre le vas a caer bien a la gente—, ¿qué pasa? ¿De dónde vas a sacar tu amor? Puedo convencerme de que soy hermosa, de que mi cuerpo está bien, sin importar mi tamaño. Pero recordarme que no puedes dejar que otros te digan quién eres, eso fue un trabajo duro”.
Aunque Lizzo aceptaba las condiciones de su cuerpo, también la motivó el dolor de espalda e incomodidad, entonces armó un plan de ejercicios con su amiga y fuente de inspiración fitness, Kelly Rowland. Dejó de tomar café para eliminar fuentes de ansiedad y buscó elaborar menús de comidas ricas en nutrientes y proteínas.
Lizzo desayuna dos huevos revueltos, un trozo de carne molida de pollo y una croqueta de coliflor. Para almorzar, disfruta de ensalada de pollo tailandés desmenuzado o rollitos de lechuga rellenos de atún o pechuga de pollo en rodajas. A la hora de cenar, prefiere comer pastel de carne de pavo con puré de coliflor y judías verdes antes de las 5:00 de la tarde.
Si apetece algo para la merienda, toma “yogur griego bajo en azúcar con arándanos o moras y un poco de miel por encima”.
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