Keith Richards, guitarrista de los Rolling Stones cumple 76 años hoy y durante su vida, ha hecho cosas escandalosas que lo han hecho pasar por algunas experiencias únicas.
Para celebrar su cumpleaños, aquí hay 10 de esas historias:
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- Sufrió una grave caída de un árbol a los 63: En 2006, después de nadar con su compañero de banda Ronnie Wood en una isla privada en Fiji, Keith trepó a un árbol y se sentó en él, a siete pies dos metros del suelo. Cuando saltó, se golpeó la cabeza contra el tronco. Días después, tuvo un fuerte dolor de cabeza y sufrió dos ataques. El rockero tuvo que volar cuatro horas a Nueva Zelanda, donde un neurocirujano lo operó para reparar un coágulo de sangre en su cerebro. Keith regresó al escenario seis semanas después.
- Se negó a subir al escenario hasta que tuvo pay de cordero: Durante la gira Steel Wheels Tour de 1989 de los Stones, Keith escuchó que había un pay de cordero en el lugar y estaba muy entusiasmado de comerlo. Sin embargo, llegó tarde y otros tomaron algo de la comida. Molesto, se negó a subir al escenario hasta que se hizo otro pay para él. Keith escribió cómo la gente aprendió del incidente diciendo: “Ahora es famoso, mi regla en el camino. Nadie toca el pay de cordero hasta que yo haga probado. No me lastimes, babe”.
- Fue expulsado de los Boy Scouts: Durante su adolescencia, Keith era en realidad un Boy Scout, pero fue expulsado por su mal comportamiento. Llevó whisky de contrabando a los eventos, luchó con otros exploradores y golpeó a un recluta. Se rompió un hueso de la mano durante una pelea cuando intentó golpear a un hombre, pero en su lugar golpeó un poste de la tienda.
- Fue envenenado: En los años 70, Keith fumaba un poco de droga que, sin que él lo supiera, estaba mezclada con estricnina venenosa. Le dijo a New Music Express: “Estaba en total estado de coma, pero totalmente despierto. Podía escuchar a todos, y me decían: “¡Está muerto, está muerto!”, Agitando los dedos y empujándome, y yo pensaba: “¡No estoy muerto!”.
- Casi incendió la mansión Playboy: Antes de que la Mansión Playboy estuviera en Los Ángeles, se localizaba en Chicago, y cuando los Stones tocaron en la ciudad en 1972, Keith fue invitado a la legendaria casa de Hugh Hefner. Mientras estaba allí, Richards tomó algunas drogas en el baño y de alguna manera comenzó un incendio. Se humeó y poco después, había hombres que traían cubos de agua para sofocar lo que Keith había incendiado. Afortunadamente, pudieron salvar la casa.
- Pasó nueve días sin dormir: Mientras trabajaba en Some Girls de 1978, Keith pasó cinco días seguidos en el estudio sin dormir. Es una hazaña impresionante, pero ni siquiera estuvo cerca de su período más largo de no dormir. Eso fue nueve días y terminó mal. Richards finalmente se durmió de pie y se despertó en un charco de sangre, golpeándose la cabeza cuando su cuerpo colapsó por el agotamiento.
- Casi lo matan los libros: A finales de los 90, Keith estaba en la biblioteca de su casa, parado en una silla para alcanzar un libro acerca del estudio de anatomía de Leonardo da Vinci, cuando resbaló. Mientras caía, tiró grandes libros que cayeron sobre él y le rompieron tres costillas. La lesión causó que la banda pospusiera una gira. Keith dijo: “Fue uno de esos momentos en los que tienes que tomar una decisión: que te caigan en las costillas o en la sien sobre el escritorio”. Todo es parte del concurso de la vida”.
- Fue golpeado en la cara por Chuck Berry: Keith aprendió por la fuerza que nunca debe tocar la guitarra de Chuck Berry. Richards pasaba el rato en el legendario vestidor del rockero y Chuck se fue. Keith vio la guitarra de Berry y decidió tocar un acorde. Chuck volvió gritando que nadie toca su guitarra, luego golpeó a Keith en la cara.
- Saltó por la ventana de una casa en llamas: Al alquilar una casa en Los Ángeles a fines de los años 70, Richards se durmió después de prender fuego accidentalmente a una habitación de la casa. Su novia lo despertó y le dijo que la casa estaba en llamas. Saltaron por una ventana con Keith vistiendo solo una camiseta y su novia completamente desnuda. Un amigo los recogió y los llevó a un lugar seguro. Al día siguiente, regresaron a la casa, o lo que quedaba de ella, y encontraron un letrero en la hierba ennegrecida del patio delantero que decía: “Muchas gracias, Keith”.
- 10. Inhaló las cenizas de su papá: Keith perdió a su padre en 2002 y encontró una forma interesante de lidiar con su fallecimiento: inhalándolo. En 2007, Richards confesó que después de que su padre fue incinerado, tomó algunas cenizas, las mezcló con cocaína e inhaló la mezcla. Le dijo a New Music Express: “A mi papá no le habría importado, no le importaba un carajo”.
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Texto: Dave Basner Imagen: Deposit Photos