Con casi cuatro décadas de trayectoria musical, los planes de continuar en el firmamento como una de las estrellas más brillantes del pop femenino contemporáneo, continúa en la agenda de Madame X, el esfuerzo número 14 de estudio, recientemente lanzado por Madonna.
Durante la más reciente edición de iHeartRadio ICONS, el titán de la industria fue al iHeartRadio Theatre en la ciudad de Nueva York el jueves 20 de junio para una entrevista íntima con Cubby y Christine de 106.7 Lite fm, donde se escuchó parte del disco, además de una entrevista en la que Madonna emprendió un viaje al pasado, volviendo a visitar algunos de los mayores himnos de la Reina del Pop.
Sentada en un sofá con su flauta de champán rosado y un parche en el ojo usado durante las últimas semanas de promoción, la mujer de 60 años también abordó varios temas, entre ellos su mudanza a Lisboa, su aprendizaje de cómo confiar en su intuición y cómo su última transformación se percibe como un guiño a su inventiva y creatividad, sin miedo, tal como ha sido desde hace ya un buen tiempo.
Al comienzo de su entrevista, Madonna admitió algo inesperado, incluso para ella. Con más de una docena de álbumes en su haber, no tenía interés en crear una continuación de Rebel Heart de 2015. “Lisboa me hizo sentir viva otra vez porque te digo que no tenía intención de hacer otro disco“, confesó.
Fueron dos años de vivir en la capital de Portugal lo que motivó a la veterana del pop a reabastecer su musa musical y dar la bienvenida a una serie de sorpresas en el camino. A pesar de su estatus de superestrella, el icono se convirtió en un extraño entre la multitud y descubrió la escena artística subyacente. “Vi y escuché música que nunca antes había escuchado. Estaba verdaderamente inspirada y no tenía ninguna intención de ir a Lisboa para grabar un disco”, dijo.
Para Madame X, la cantante reúne inspiración de la escena cultural para crear su ofrenda más descarada y sin embargo, más amplia en los últimos años. Con colaboraciones con Maluma, Anitta, Swae Lee y Quavo, además de Mirwais.
Madonna describió su nuevo disco como una “mezcla heterogénea” de canciones, el LP se mantiene alejado de las tendencias Top 40, se sumerge dentro y fuera de la lengua portuguesa y, más notablemente, se deleita en su lado experimental. “Hice más libremente lo que quería porque, como dije, no sentí la presión de tener que hacer otro álbum”, continuó. “También fui una extraña en una tierra extraña y al final del día … ¿Cuántos años he estado haciendo esto? ¿36? ¿Cero f ** ks he dado?”
En cuanto a la historia de fondo de la última reinvención de Madonna, que le ha visto lucir un parche en el ojo y atuendos deslumbrantes, la motivación es ruda, pero al mismo tiempo llena de sentimiento. A los 19 años, comenzó a estudiar danza con la famosa coreógrafa Martha Graham y, debido a su vestimenta siempre cambiante, la pionera acertadamente la consideró Madame X, un apodo que se mantuvo con ella hasta 2019.
Mientras terminaba el disco, Madonna invitó al diseñador Jeremy Scott a escuchar las canciones y, en ese momento, la ayudó a conectar los puntos entre el apodo de Graham y la falta de familiaridad de la cantante para vivir en una ciudad como una extraña, algo que había experimentado cuando se mudó a la ciudad de Nueva York, a finales de años 70. “Debe haber permanecido conmigo inconscientemente a lo largo de toda mi carrera”.
Madonna siempre ha tenido la reputación de ser una mujer de autoridad, que a veces se la ha confundido con ser “una perra fría, calculadora y ambiciosa”, según una entrevista vintage de 1991. (Conste que es según sus palabras y no las nuestras).
En fin, es de notar que no se consiguen casi cuatro décadas en el mundo de la música sin el talento, el impulso y la autoconciencia que emana Madonna. Simultáneamente, la noche del jueves también trajo muchos momentos de humor, cuando la cantante reflexionó sobre su controvertida naturaleza (“Soy el chivo expiatorio de la humanidad“) y el accesorio obvio (“Me gusta la idea de privación sensorial”. A veces solo necesitas cerrar un ojo, ¿sabes? “).
Madonna, de 60 años, siempre se está construyendo a sí misma y esas lecciones se pueden escuchar en todas partes de Madame X, particularmente en una canción llamada “Extreme Occident”.
“He pasado toda mi vida escuchando el ruido y los comentarios, ideas, juicios, críticas y consejos de las personas, y lo que debo hacer y lo que no debo hacer. No se puede dejar de ser influenciado por esas voces”, admitió durante un momento bastante vulnerable de la entrevista.
“Para mí, esa canción se trata de darse cuenta de que todos los detractores y todas las personas que dijeron ‘No estás haciendo lo correcto’ o ‘Esto es un gran error o un final de carrera’ o lo que sea y toda la angustia que tuve que pasar”.
Me di cuenta de que siempre debería haber prestado atención a mi intuición para conseguir ser yo misma de verdad. Me di cuenta todo el tiempo que no estaba perdida y eso es lo que más me dolió. Perdí todo ese tiempo preocupándome tanto “Lo que la gente piensa y torturándome y sintiéndome mal. Es una canción triunfante, pero también es reflexiva y, ya sabes, un poco agridulce”.
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Texto: James Dinh Imágenes: Katherine Tyler
