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Alcest en México: un abrazo al alma

Por fortuna, he tenido la oportunidad de ir a muchos conciertos en mi vida. Dicho eso, Alcest en México ha sido uno de los shows en los que he sentido una mayor – o quizás más profunda – conexión entre el público y su banda. Los franceses nos regalaron un show digno para el recuerdo el 26 de marzo en el Circo Volador. Aquí te contamos por qué.

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Fake Designers: los primeros teloneros

Pasaban de las 7:30 de la noche cuando el escenario principal del Circo Volador recibió a la primera banda de la noche: Fake Designers. No fue necesario que la banda cantara; su música nos cautivó desde el primer momento. Su estilo post metal, combinando partes etéreas y atmosféricas con blast beats y guitarras veloces, hipnotizó a los asistentes. Todos estaban quietos, no porque estuvieran aburridos sino porque habían sido transportados a otro lugar. Con canciones como Blood y Silent Revolution, la agrupación nos dejó la mesa muy bien servida para lo que habría de venir.

The Advent Equation para continuar

Todavía faltaba una banda previo a la presentación de Alcest en México, y nos haría cambiar un poco de chip. The Advent Equation subió al escenario del Circo Volador un poco después de las 8 pm para deleitarnos con una dosis de metal técnico y progresivo, que combinaba estilos de power y death metal a la perfección. Los 5 integrantes de la banda tuvieron excelente ejecución, voces limpias y growls, fills intensos en la batería, líneas de bajo complejas, solos de teclado a la Children of Bodom y riffs memorables. Patterns of Spiraling Reality, The Creation Part I: Hypnos y Part II: Thanatos, y A Violent Motion fueron de las canciones destacadas de la noche. Los asistentes respondieron de excelente manera a la demostración de esta banda originaria de Monterrey. Sólo nos quedaba una agrupación más por ver esa noche.

El Plato Fuerte: Alcest en México

Primero salieron al escenario Jean “Winterhalten” Deflandre en la batería, “Zero” Corson en la guitarra e Indria Saray en el bajo. Posteriormente, Neige se presentó ante el Circo Volador, y los asistentes lo ovacionaron a todo pulmón. Con todos sobre el escenario del Circo Volador, Alcest comenzó su presentación con Les Jardines de Minuit y Protection, de su más reciente producción, Spiritual Instinct. Aunque fueron muy bien recibidas por el público, la primera canción con la que perdieron la cabeza totalmente fue Écailles de lune – pt. 2, un tema amado por los fans. La atmósfera era etérea pero pesada

Neige se mostraba muy agradecido con sus fans, siempre con una sonrisa en el rostro al momento de dirigirse a ellos. Después de un primer discurso, Sapphire y Percées de lumière hicieron su aparición. Winterhalten, el miembro más antiguo de Alcest después de Neige, se mostraba sobrio pero preciso detrás de su batería Ludwig. Indria, aunque muy bajo de volumen, era discreto, pero aportaba lo necesario para unir el sonido de la agrupación y darle solidez. Zero y Neige son un complemento estupendo no sólo en la guitarra – cada quién haciendo cosas diferentes – sino en la voz. Sus tonos se unen de una forma sublime que sólo es posible entender en vivo.

La noche de Alcest en México continuaba con temas de los discos Écailles de Lune, Souvenirs d’un autre Monde y Kodama: Sur l’océan couleur de fer, Souvenirs d’un autre Monde y Oiseaux de Proie se hacían presentes en el setlist de la noche antes de dar paso a una de las favoritas y quizás la canción más famosa de la banda: Autre Temps. Según Neige, esta sería la última canción de la noche, así que los asistentes aprovecharon para gritar, levantar sus puños en el aire, corear la canción con el extenso o nulo francés que poseen, y dejar un pedazo de su alma en la catedral del metal en México.

Tras una breve pausa, Alcest regresó al escenario para deleitarnos con Kodama, uno de los temas más coreables de la banda. ¡Qué manera de capturar al público durante 9 minutos! Algunos elegían mover su cabeza al ritmo de la música. Otros, sólo estaban estáticos. Algunos más soltaban lágrimas al escuchar aquella belleza de canción. Un mar de reacciones que sólo esta agrupación francesa puede lograr. No había un alma en el Circo Volador que no estuviera conectada con esa música. Finalmente llegó el cierre de la noche con Délivrance, tras lo cual los cuatro músicos se despidieron y salieron hacia la oscuridad del backstage.

Es impresionante cómo la música puede mover almas. Y la de Alcest, sin duda, es un abrazo al alma. Es un transporte a otra realidad, un escape de nuestro mundo por unos cuantos minutos. Como decía un amigo cercano en Twitter: si tienen la oportunidad de ver a Alcest en vivo, APROVÉCHENLA.

Con fotos de Ross Van Rous.
Poncho Civeira
Poncho Civeira
Locutor, fotógrafo, escritor, cineasta... de todo un poco. HELL YEAH!
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